¿Qué es una Regresión Terapeútica?

Te diría que podríamos definir las Regresiones como las llaves de la memoria. Son una herramienta terapéutica muy útil y eficaz para cambiar comportamientos y emociones, que nos condicionan e influyen en nuestro momento presente, y que no sabemos por qué se producen.
La regresión nos permite traer hasta nuestra memoria los acontecimientos más escondidos dentro de nosotros mismos. Por este motivo resulta altamente eficaz dentro de la terapia, porque nos permite de manera rápida sanar los bloqueos y liberar las creencias limitantes que están influyendo en nuestra vida.
A través de las regresiones podemos entender por qué nos ha tocado vivir ciertas situaciones en la vida o por qué tenemos comportamientos o emociones que no sabemos por qué se producen. Gracias a la información obtenida a través de las regresiones podemos empezar a dirigir nuestra vida hacia donde nosotros queremos que vaya. Es una forma de sanación que actúa a nivel físico, mental, emocional y espiritual.
¿Cómo actua?

Para sanar y liberar estas vivencias se requiere traerlas a la conciencia, pudiendo revivirlas a través de imágenes, sensaciones, emociones y sentimientos. Este proceso permite liberar una gran cantidad de energía que estaba estancada, iniciando el proceso de sanación. Posteriormente el terapeuta facilita que el paciente se haga consciente de cómo le han influido estas vivencias del pasado hasta el momento presente y cuál es la relación que existe con sus conflictos actuales. Hacerse consciente de esta relación, mantenida hasta hoy, le permite al paciente (además de liberar la carga del pasado) realizar un aprendizaje o toma de conciencia que le será de gran ayuda para su vida actual y futura.
El fundamento de la regresión lo encontramos en los hechos significativos del pasado. Éstos quedan almacenados en nuestro inconsciente a modo de vivencias cargadas de emoción, que continúan proyectándose en la vida presente, de forma tal que es posible afirmar que los conflictos actuales más relevantes, tienen su origen en experiencias dolorosas o traumáticas del pasado.
La regresión sirve para sanar esas viejas heridas, rescatando, liberando e integrando estas partes bloqueadas. Nos ayuda a entender y comprender nuestra manera de pensar, sentir y actuar. Sólo así, al hacernos conscientes, tenemos la posibilidad de transformar nuestra vida actual, al dar forma a lo que portamos de nuestro pasado. Es un trabajo de sanación, en el que la función del terapeuta es acompañar en este viaje interior: es la persona a través de su trabajo la que llega a su Autosanación. Se trabaja directamente desde la emoción con lo cual no es necesaria la hipnosis.
A través de los diferentes y eficaces métodos de relajación que se emplean en las regresiones (el terapeuta decide cuál es el más indicado aplicar en cada caso) afloran las imágenes, las experiencias y los sentimientos guardados en nuestro inconsciente. De esta manera, podemos sanarlos y liberarlos.
¿En qué casos puede aplicarse?

La aplicación de esta técnica debe decidirla el terapeuta, siempre en función del mayor beneficio que de ella pueda obtenerse.
La terapia regresiva es eficiente cuando otras terapias han fracasado o cuando el conflicto o problema psicológico actual no se entiende atendiendo a las etapas anteriores de la vida de la persona (por ejemplo, cuando la persona tiene miedo al agua y no recuerda qué pudo originarlo, o cuando nos indica que no ha habido en su infancia, adolescencia o madurez ninguna causa que lo justifique)
Es efectiva en fobias de todo tipo, miedos extremos, crisis de pánico, cuadros de angustia, depresiones profundas, o severos problemas de pareja, que no responden a otros tipos de psicoterapia y/o a medicación prescrita por un psiquiatra.
La terapia regresiva también es aconsejable cuando experimentamos acontecimientos repetitivos: una misma situación o un mismo tipo de persona aparece una y otra vez en nuestra vida, tenemos pensamientos automáticos y recurrentes o manias que nos llevan a actuar de una determinada manera (con o sin origen conocido).
La terapia regresiva nos permite hacernos conscientes de qué es lo que nos está anclando actualmente a nuestros problemas, es decir, de cuál es el origen de la problemática actual que soportamos. Este origen puede ser consecuencia de la educación que hemos recibido, de la herencia genética que portamos, o del enfoque que hemos dado a las circunstancias que se nos han presentado o a las situaciones que nos ha tocado vivir.
A través de las Regresiones nos adentramos en el sistema de creencias que rige en nuestra vida, y en los patrones de comportamiento que lo sustentan. La regresión va a las causas que provocan nuestro malestar, para permitirnos liberarlo.
Sólo trabajando las causas que están sosteniendo nuestros problemas, llegamos a la auténtica Sanación.